jueves, diciembre 22, 2005

King Kong en el Empire State (2)

De nuevo en la punta del Empire State. Según leo en el periódico, la película de Peter Jackson no está batiendo récords de taquilla. Los productores están preocupados de que en el primer fin de semana sólo recaudó unos sesenta millones de dólares. Eso me hace pensar que mi apreciación era correcta: no se trata de cine comercial por más que la industria se esfuerce en presentarla así.

En la nota anterior comentaba que ver primero la versión original podía resultar importante para apreciar en toda su magnitud la recreación que hace Jackson de su historia más querida. También dije que la nueva película es un homenaje a la primera. De hecho, Jackson usa las imágenes como un mecanismo de comunicación altamente sofisticado, con simbolismo y significado. Otras veces, es en su guion donde desliza sutilmente un guiño al espectador. Para captarlo es necesario estar atento. 

Viendo las dos versiones, se me ocurre señalar algunos de esos detalles inadvertidos pero significativos que unen ambas películas. Hay cosas obvias, como la semejanza de trajes, la recreación de escenas y locaciones y la trama. Pero hay cosas más ocultas:
  • En el diálogo en el taxi entre Denham y su asistente comentan que deben buscar una actriz con la talla 4, para que le sirvan los vestidos de la anterior protagonista, que renunció. En un momento mencionan a Fey (Wray), pero el asistente comenta: "Está ocupada, filmando para RKO", a lo que Denham, con frustración, responde: "Cooper, ¿eh?". Jackson hace aquí una referencia a la película original, su estrella, su director y la compañía que la produjo. 
  • En el Venture se filma una escena de la película original.
  • La escena de las arañas y otros insectos estuvo en la película original, pero fue cortada. Es visible en la versión en DVD.
  • Cuando Kong es presentado en el Teatro en Nueva York, la representación del baile de la tribu salvaje es una recreación de la tribu de Skull Island de la original. De hecho, usa la misma música, trajes y peinados de la versión del 33. La tribu de Jackson es muy distinta: agresiva, salvaje, aterradora.
  • Denham narra su aventura, antes de mostrarles su presa, y recita un proverbio árabe sobre la bella que doma a la bestia. Con esa frase en pantalla se inicia la película de Cooper de 1933.
  • El director de la orquesta de esa escena en el teatro no es otro que Howard Shore, amigo de Jackson, compositor de la música de "Lord of the Rings", quien  iba a trabajar en la banda sonora de King Kong, pero fue sustituido por decisión de Jackson, y el trabajo se le encomendó a James Newton Howard quien, a propósito, lo hizo magníficamente.
  • La frase final de Denham, "es la bella la que ha matado a la bestia", al cierre de la película, es la misma que la frase final de la versión original.

Jackson narra con imágenes. Un buen ejemplo  son todas las secuencias finales, en las cuales la historia se transmite por lo que vemos y escuchamos -la majestuosa partitura de Newton Howard-: desde la persecución al taxi, el encuentro, la caminata nocturna por NY, el Parque Central, el Empire State... Casi no hay líneas para los actores. Tampoco hay que ser muy versado en cine para apreciar la edición y la cámara -siempre en movimiento-, que crea una fuerza vertiginosa a toda la cinta. En resumen: mientras más sepamos sobre cine, más la disfrutaremos. Quizá por eso, y un sinnúmero de cosas más que aún no he descubierto, ha sido tan bien comentada por la crítica internacional.

La taquilla no es todo. Aún así, pienso que habrá que esperar un poco. Es posible que con el paso de las semanas, y algunos reconocimientos, nominaciones y quizá premios, más gente decida, aunque sea "para ver qué es la cosa", comprar su boleto. No saldrán defraudados. Y en todo caso, un hecho loable a favor de Jackson: ofrecerle al público -el destinatario directo de sus muchos desvelos- un cine de alta calidad. Respeto, le dicen a eso.