viernes, octubre 09, 2020

¿Ser youtuber o no ser youtuber? Esa es la cuestión...

La pandemia obligó a suspender lecciones presenciales en la Universidad. Como se pudo, se adaptó el curso a una versión virtual intensiva, y el semestre pasado impartí lecciones virtuales... por única vez. Decidí no continuar.

Reconozco que no salió tan mal a juzgar por los comentarios de mis entusiastas alumnos y alumnas, a quienes agradezco . Pero me sentía como un mal YouTuber, esos que tienen muy pocos seguidores, hablando a una cámara y leyendo preguntas o comentarios ocasionales. 

Ello me llevó a preguntarme: si fuera YouTuber, ¿de qué sería mi canal?

Jamás pensaría en eso como oficio, así como no pensé en dedicarme sólo a la música, a la literatura o a la docencia. Además, imagino que para vivir (dignamente) de YouTube se requieren miles de seguidores y un número altísimo de visitas en cada video publicado.

La verdad no sé bien cómo funciona. Veo a los creadores de contenido rogando por likes y suscripciones, y hasta te invitan a convertirte en miembro o "patreon" (un "mecenas"). No entiendo cómo funciona eso. Sé que bastaría con googlear "cómo funciona youtube" y la lista de resultados sería enorme, pero me da pereza investigar.

De regreso a la pregunta, sin dedicarse a eso como oficio (jamás lograría ganar ni un centavo con ello): si decidiese convertirme en divulgador, ¿de qué sería mi canal? 

Respuesta corta: ni idea.

Respuesta larga: debería empezar por identificar un área sobre la que tenga suficiente conocimiento para hablar con propiedad, enseñar y comentar cosas que puedan despertar interés en otros. Obviamente jamás se me ocurriría hacerlo sobre mi vida cotidiana (sin el menor interés para terceros). Ni deseo ser influencer. Supongo que me aconsejarían hacerlo sobre una temática que me guste y que conozca bien, y ese es el problema. ¿En qué tema soy experto? Repuesta única: en nada. Ni siquiera en mi profesión o especialidad académica, que por ser tan cambiante, termina por superarte. 

¿En qué temas soy aprendiz? Respuesta larga: en todos. 

Me gusta el cine y algo sé, pero jamás me atrevería a comentar y enseñar como lo hacen los amigos de los canales que sigo: Accioncine, Zepfilms, Huevos al cine, Sensacine, Elengycine, y para reír un poco, HISHE, DaniboubeTV, Te lo resumo o Agujeros de guion). 

Me gusta la música y algo sé, pero tengo una infinitésima parte del conocimiento y talento de Jaime Altozano, Pierre St. John, Paul Davids o Shauntrack. Me atrae la ciencia y la matemática y algo sé, y visito los canales de Javier Santaolalla (Date un blog), Martí Montferrer (C de Ciencia), José Luis Crespo (Quantum Fracture) o Eduardo Sáenz (Derivando), pero jamás podría hablar sobre esos temas. Me gusta el arte y algo sé (nada de técnica, sólo de historia), pero jamás como García Villarán. Otros canales que sigo son "Curiosamente", que enseña un poco de todo con una didáctica poderosa, y "Blog de lengua", para aprender los misterios de la gramática y sintaxis española.

¿Sobre libros? Quizá. La literatura da para mucho, aunque no seas especialista. Hace más de veinte años recomendaba libros en una columna quincenal en la prensa escrita llamada "Literatura Joven". Fue un proyecto hermoso que duró unos tres años y que recuerdo con cariño. Sin embargo, he visto algunos videos de "booktubers" y no me convencen . Parecen comentarios tipo "lo que acabo de leer", y no se diferencian unos de otros. Se nota que han leído poco. Hay quienes se diría que son promotores de librerías y no es que eso esté mal, pero deberían ser más transparentes. Hay quienes se dedican a leer partes de poemas o de libros, pero olvidan que no todas las personas son locutoras profesionales (ni siquiera los autores). 

Una vez escogido el tema del canal, me quedaría otro gran problema: la parte técnica. Tener los equipos necesarios para grabación, edición, postproducción, musicalización, para que los videos sean atractivos. Por más que lo pienso, no paro de dudar y mi amiga la pereza regresa y me sugiere dormir. 

Por lo pronto, intentaré seguir escribiendo acá, en mi abandonado blog, que se ha hecho viejo y perdió su brillo a fuerza de esperar. Como el pueblo blanco de la canción de Serrat.