martes, noviembre 11, 2008

Alrededor del calendario

De niño me encanta celebrar mi cumpleaños, más que cualquier otro día del año (navidad incluida). Aunque luego de leer "Alicia en el país de las maravillas", también me gustaría celebrar el "no cumpleaños", como el Sombrerero loco.

Ha pasado mucho tiempo desde que escribí algo en este blog, y la verdad no lo he hecho porque no tenía nada que decir. O por pereza. O por simple procrastinación. Yo qué sé. ¡Bah! La libertad me sirve para escribir cuando me venga la gana y sobre lo que me venga en gana, ¿no?

Pues bien: durante los últimos días he tenido buenas experiencias y recibido noticias excelentes. De modo que la canción que se me viene a la mente es una de Louis Armstrong que dice

"I see trees of green / red roses too / I see them bloom / for me and you / and I think to myself... What a wonderful world...

Regresé unos días a Madrid por cosas de trabajo y pude saludar a viejos amigos, como Jaime, Javier, Fernando, Paco, Carlos, y conocer otros, gente excepcional y brillante que trabaja a lo largo y ancho de nuestro amado continente americano. El curso al que asistí fue de primera. Estuve con el Greco en Toledo (al fin), y pude ver una película que deseaba mucho ver, que se estrenaba esos días (buen cine, el español), y comprar un libro. Así que desde aquí, de nuevo, muchas gracias a los amigos del Banco de España por esos cálidos días.

I see skies of blue / and clouds of white / the bright blessed day / the dark sacred night / and I think to myself... what a wonderful world...

Pocas horas después el trabajo me llevo de nuevo a Buenos Aires, ciudad de la que me quedé prendado desde el 2005 cuando pasé allí unos pocos días (ver "Mi buenos Aires querido"), y que esta vez pudimos conocer mejor. De nuevo, la alegría del reencuentro de los amigos (Jorge, Axel, Gabriel, Marcos, María del Carmen, Adriana) y la oportunidad de conocer otros nuevos, y las horas vividas se convirtieron de inmediato en recuerdos imborrables: el espectáculo de tango en La Ventana, en el Barrio de San Telmo, la feria de artesanías de Recoleta, la cena en "Siga la vaca" y el partido Boca-Rosario Central en la Bombonera.

The colors of the rainbow / so pretty in the sky / are also on the faces / of people going by...

El sábado pasado (vivan los fines de semana) estuve viendo el concierto de David Gilmour con la Orquesta Filarmónica Báltica en los astilleros de Gdansk (Polonia), donde nació el sindicato Solidaridad; un concierto espectacular que realizó en 2006 para el 26 aniversario del movimiento laboral que cambió Europa del Este. Cuando cantó "High hopes" me quedé petrificado. Debo reconocer que escuchar la extraordinaria música progresiva de Pink Floyd me hizo sentir muy joven, me hizo regresar a los años de colegio, a finales de los 70 y principios de los 80s. Y ahora, con algunos años más, sé apreciar mejor la música de Gilmour y de Roger Walters que en los 80`s, y me gusta más que antes.

Hablando de "high hopes", los amigos del norte de América dieron hace pocos días otra buena noticia a todos los habitantes del planeta, al elegir a un líder para que los presida al menos por los próximos cuatro años. Hombre joven, de ideas, de formación jurídica, de ideales de justicia social, oriundo de una cuna más que humilde, miembro de una minoría racial que, cuando yo nacía, aún luchaba en las calles para que su dignidad humana fuese respetada. Las palabras de Barach Obama la noche de su victoria son inspiradoras y llenas de esperanza. Mientras lo escuchaba por CNN, el mundo se enteró que es posible un quehacer político diferente, una política con imagen de persona humana. En ese momento supremo de triunfo democrático, Obama no usó ninguna de las típicas frases hechas de los politiquillos domésticos, sino que habló con serenidad y fuerza, pero tocando temas de fondo; y puso a todos a pensar. Cuando habla, el presidente electo no usa ese cantadito de político barato muy semejante al de un niño que no sabe declamar poesías en el acto cívico de la escuela. Tampoco usa lugares comunes ni echa mano de las pasiones, ni lanza promesas (o compromisos) falsos o vacíos al calor del triunfo, ni pisotea al vencido. Nada de eso. Habla cosas de fondo, reta a su auditorio a la reflexión, reconoce la virtud de su contrincante, y llama a todos a la unidad, para el logro del bien común. Asombroso.

Pero las imágenes eran más elocuentes que las palabras: vimos una multitud formada por las personas más variopintas, niños, jóvenes y adultos; mujeres y hombres, afroamericanos, descendientes de asiáticos y latinos, blancos, estudiantes, obreros y profesionales; pastores (como el reverendo Jackson) y ateos; celebridades millonarias (como Ophra) y anónimos ciudadanos de ingresos medios. Todos celebrando, festejando, ondeando la bandera de la unión, gritando "Yes, we can". Y con ellos, el legado de Luther King, y de JFK, y de otros de esa talla.

I see friends shaking hands / saying 'how do you do' / they're really saying "I love you"...

Para seguir con buenas noticias, el maldito petróleo sigue cayendo de precio. Al fin. A ver si esos inversionistas especuladores de contratos futuros dejan de jugar con las necesidades de la gente de una vez por todas. A ver si las finanzas se regulan mejor, para impedir que unos locos jueguen con la estabilidad del mundo por sus insatisfechos afanes de lucro. A ver si los culpables van a prisión y pierden sus "bonos" y "premios", digan lo que digan los contratos abusivos que firmaron con los bancos quebrados)

Les digo: han sido días bien interesantes llenos de buenas noticias. Pero la salud recobrada de mi madre es la mejor de todas.

I hear babies crying / I watch them grow / They'll learn much more / that I'll ever know / and I think to myself "What a wonderful world"...

Me siento contento. Han sido buenos días, llenos de buenas noticias. 

Recuerdo una tira de Mafalda, luego de que sus padres le informan que va a tener un hermano. "Es hora del noticioso", dice, se levanta y enciende la radio. Y la radio dice: "Del exterior: al enterarse que Mafalda va a tener un hermanito, los rusos iniciaron la demolición del muro de Berlín, árabes e israelíes llegaron a un acuerdo, Fidel Castro decidió llamar a elecciones y Estados Unidos y Rusia entablar conversaciones de paz". Y luego se ve a Mafalda sentada aún, mientras piensa: "Será mejor que no vaya: sospecho que el noticioso va a desilusionarme".

Pues nada: que estos han sido días de buenas noticias y experiencias inolvidables. Algunas grandes, otras más simples. Pero todas buenas. Hoy es mi cumpleaños, y le agradezco a mi madre esa cesárea, que me permitió verla por primera vez, hace 42 años, y vivir lo vivido en los tiempos inéditos.

Yes, I think to myself... what a wonderful world... OH, YEAH!