jueves, noviembre 16, 2006

Dar importancia a lo que no la tiene

Vivo quejándome de la pobre calidad de nuestros espacios televisivos de noticias. A mi juicio el menos malo es el del Canal 13 (Sinart), empresa estatal de bajísimo rating. Cuando uno ve las noticias del 13, acaba bien informado. Con pocos medios a su disposición, intenta trazar una panorámica general sobre el país y el mundo, y creo que lo logra con una nota aceptable. Por supuesto, ese noticiero no está exento de defectos y de discutibles enfoques: por ejemplo, siempre me ha dado la impresión de que las informaciones están algo influenciadas, como si incluyesen alguna línea editorial (casi siempre los enfoques que dan a los notas polémicas parten de alguna premisa). Pero bueno, supongo que en los otros telenoticieros también se da esto, aunque más cuidadosamente oculto o disimulado.

Sobre todo, la diferencia de calidad entre el telenoticiero del 13 y los demás es ostensible en los espacios dedicados a las noticias internacionales, a los espectáculos y a los deportes.

El 13 presenta al menos dos segmentos con noticias importantes del mundo. Así, en unos minutos uno se entera de conflictos en el medio oriente, alguna tragedia en Suramérica o Europa, política exterior de los Estados Unidos, incendios forestales, juicios internacionales, elecciones venideras en otras naciones, lo típico de una sección de internacionales: acontecimientos relevantes que pueden tener repercusión en nuestro país y en nuestra vida. Y en un formato ágil, directo, presentado por un profesional. Casi como ver CNN. En cambio, con las noticias internacionales de otros canales comerciales, quizá te enteras de que Brittney Spears presentó una demanda de divorcio o que una señora de 80 años entró con su auto en un supermercado. Cosas sin importancia.

Los noticieros dan importancia a lo que no la tiene. Gastan valiosos minutos enseñándonos un monito que dibuja o una lora que habla ruso o videos que la gente sube al youtube.

Pero eso no es lo peor. Lo peor es el segmento de espectáculos.

"Harto ya de estar harto, ya me cansé", cantaba Serrat. Estoy harto de perder mi tiempo entre las notas sobre la boda de Tom y Katie o las fiestas de negro, de blanco o de rojo, y a quién pescaron los paparazzis comiendo un helado, y el último hijo que le salió a Luis Miguel. Hace unos días la "noticia" fue que una modelo chocó su carro y sólo se golpeó. Y lo peor es cuando la muchachita de turno dice "Vamos a ver qué están haciendo los "faranduleros" esta semana". ¿Los faranduleros? ¿Esos quiénes son? Supongo que los que asisten a las fiestas a las que yo no soy invitado. Gente que vive intentando ser ellos el espectáculo. Casi siempre periodistas (de los telenoticieros), modelos de pasarela con grandes siliconas, algún futbolista de moda con aire de "metrosexual" o nuevos ricos. Y así, esos noticieros nos recetan obligados -como a Mafalda la sopa- informes sobre sus fiestas, sus "opiniones" sobre temas de supuesto interés general (qué color de lencería prefieren, o si hacen el sexo a oscuras o con luz) y cosas así. Como si a los demás nos importaran sus vidas tan vacías y sus pobres opiniones o clichés. Son "los faranduleros", los que tienen carné VIP. En España, les llaman "los famosos" y son casi un gremio con colegiatura: nadie puede ejercer de famoso si ellos no lo "autorizan".

La otra pérdida de tiempo: los "deportes". Me interesa saber lo que sucede en los deportes a nivel mundial: Federer, Schumacher, el Liverpool. Pero los telenoticieros dedican más de 20 minutos (de una hora de programa) a deportes. ¿Y saben qué informan? Que un equipo está entrenando para su próximo juego o que perico no va a jugar por acumulación de tarjetas el domingo. Esas no son noticias: todos lo equipos entrenan y miles de jugadores no pueden jugar. Lo que importa son los resultados. Y en cuanto a las entrevistas... ¿para qué demonios entrevistar al típico jugador del típico equipo colero sobre lo que piensa que va a pasar en la jornada del domingo? Lo único que el pobre dice son frases hechas y lugares comunes: "Vamos a sacar el resultado", "ellos tienen lo suyo y nosotros tenemos lo nuestro", y tonteras así. Casi media hora de discursitos de dirigentes, opiniones de aficionados y notas sobre la reventa de las entradas del llamado "clásico".

La TV nacional (salvo el 13) no se cansa de dar importancia a lo que no la tiene, de hacer importante al que no lo es, de malgastar su tiempo y el nuestro, de mantenernos "drogados" o ayunos de verdadera información, siempre con lo mismo, igual que las fiestas de fin de año. ¿Querrán adormilarnos y que no pensemos? Espero que lo hagan por frivolidad y no por maldad. Francamente, si lo que quieren es que cada día seamos más tontos, que cada día sepamos cada vez menos, que no tengamos ni la más remota idea de las cosas importantes que están sucediendo en nuestro mundo, incluso en nuestro pequeño país, si lo que quieren es crear idolillos para que nos enseñen cuántas camisas y pares de zapatos tienen en su closet y vendernos la idea de que la vida es una fiesta de negro o un desfile de ropa íntima, y así evitar hablar de lo importante, de lo que afecta nuestras vidas o nuestra manera de pensar, hay que felicitarlos: lo han logrado. Cada día somos más tontos e ignorantes. Y cuando alguien los critica, sacan sus palabras de contexto y lo atacan.